Cada año, millones de toneladas de aparatos electrónicos en desuso terminan en vertederos, contaminando el suelo y el agua con sustancias tóxicas. Pero en La Playosa, una comunidad de Córdoba, una cooperativa está liderando una lucha contra este problema.
Desde hace una década, la Cooperativa Eléctrica de La Playosa lleva a cabo una campaña anual de recolección de residuos electrónicos, involucrando a toda la comunidad en la construcción de un futuro más sostenible.
“Lo que más se descarta son televisores viejos, cargadores de celulares, radios, monitores, centros musicales que ya no se usan”, destalla el coordinador general de la cooperativa, Diego Del Val.
El proyecto nació por impulso de la entidad que brinda servicios públicos en La Playosa y cuenta con el acompañamiento de todas las instituciones educativas que disponen hoy su espacio para receptar la tecnología en desuso.
Hace una década
En los primeros años, “los alumnos salían a recolectar y era como una diversión para ellos. Sin querer fuimos implementando la cultura del reciclado. Son pequeñas acciones que van sumando y se hacen grandes a lo largo del tiempo”, agrega Del Val.
Hoy la dinámica contempla que las personas acerquen su “basura electrónica” a las escuelas o a la sede de la cooperativa en cualquier momento del año. Luego, es la cooperativa quien asume el costo del traslado y el canon que se abona a la empresa ubicada en James Craik que la reduce y recupera.
“El costo no es significativo si lo comparamos con lo que representa para el cuidado del medioambiente”, señala el coordinador general.
¿Por qué es un problema?
Millones de toneladas de basura electrónica se generan cada año a nivel mundial. “Esta basura no es solo chatarra, sino que muchos de esos residuos son altamente contaminantes”, señala Del Val. Los dispositivos en desuso contienen sustancias tóxicas como plomo, mercurio, cadmio y otros metales pesados que impactan negativamente en el ambiente y en la salud.
“No es fácil que se tome conciencia de las consecuencias de la contaminación”, explican desde la Cooperativa de La Playosa y advierten que las pilas “son un tema delicado”. “Nosotros tenemos un reservorio en la cooperativa, pero una vez que esté lleno, no sabemos que vamos a hacer”.
Actualmente gran parte de estos residuos se gestionan de manera inadecuada y terminan en vertederos contaminando suelos, agua y aire. Por eso, las acciones centradas en la separación en origen es un principio central para poder reciclar y reutilizar. Claro está que lo más importante es reducir el consumo de nuevos dispositivos extendiendo la vida útil de nuestros dispositivos.
